miércoles, 1 de febrero de 2023

La absolución: una de las claves del éxito del cristianismo

Hace años, me llamó la atención una noticia similar a esta otra, en la que se decía que una organización mafiosa italiana amenazaba de muerte a un sacerdote católico que se había negado a oficiar el funeral de uno de sus miembros. Pero no me sorprendió por el uso de la violencia por parte la mafia, o por que haya personas que se opongan a estas organizaciones, sino por la importancia que los mafiosos le daban al funeral. Y es que el principal problema no era haberles repudiado, el problema fundamental era haberles negado el perdón divino.

Pero, ¿para qué necesita la mafia la santa indulgencia? Si se trata de una organización al margen del estado que no rinde cuentas ante nadie, en principio parecería irrelevante la postura eclesiástica. En cambio, es habitual que cuando las personas cometen actos crueles, para poder sobrellevarlo, necesiten algo que respalde que su comportamiento es correcto, o que al menos no tienen culpa. Y en este caso, la mafia lo encuentra en la absolución que les brinda el cristianismo, pues el sacramento de la penitencia es una magnífica válvula de escape moral en la que reconfortarse: con tan solo confesarse y hacer promesas de contrición y rezo, el sacerdote puede librarles del pecado, permitiéndoles continuar por el camino hacia el Cielo y alejarles del Infierno. La diferencia entre el goce y el sufrimiento eternos, que tiene su culmen en la llamada absolución de los muertos del rito del funeral.

Michael Corleone en el bautizo de su sobrino
mientras se ejecutan los asesinatos que ha ordenado
(El padrino, Francis Ford Coppola, 1972)

Es decir, si se cree en la barata y rentable absolución que ofrece el cristianismo, aunque se hagan todos los males habidos y por haber, el arrepentimiento únicamente de cara a la Iglesia es suficiente para librarse de toda culpa y poder considerarse buena persona. Borrón y cuenta nueva, a seguir hasta la próxima, que aquí no ha pasado nada. Con lo cual, con tan solo esta herramienta espiritual no es de extrañar que la Iglesia haya conseguido captar adeptos y mantenerlos fieles. Otra cosa es la calidad moral de estas personas, porque cuanto peor les haga sentir su comportamiento, más necesidad tendrán de acudir a la sagrada salvación.