- Artículo 7: Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. (...)
- Artículo 21 (2): Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
- Artículo 30: Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.
Lo cual parece reafirmarse en la Constitución Española de 1978:
- Artículo 14: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Sin embargo, en el Título II. De la Corona de la misma, se legisla lo siguiente:
- Artículo 56.3: La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.
- En la sinopsis de este artículo, se especifica que:
- En el caso de los regímenes monárquicos, la falta de responsabilidad es absoluta, llegando a extenderse a los ámbitos civil y penal.
- (...) el Rey se sitúa por encima del debate político y al margen de los Tribunales de Justicia.
- Este artículo contradice a los mencionados artículos 7 y 30 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como al también mencionado artículo 14 de la propia Constitución Española.
- Artículo 57.1: La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. (...)
- Este artículo contradice a los mencionados artículos 21 y 30 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Así, una monarquía no puede ser constitucional con todas las garantías, a no ser que se trate de un rey sometido cada cierto tiempo a elecciones, a las cuales se pueda presentar cualquier persona del mismo modo que a cualquier otro cargo público. Es decir, como si fuese el presidente de una república pero con el lenguaje de una monarquía.
| Para rizar el rizo, resulta que el águila que aparece en la bandera franquista (considerada como «bandera preconstitucional»), es lo primero que aparece en la Constitución Española de 1978 |
Y si la monarquía española actual debe su posición a la herencia, a la sangre, parecería más coherente que los matrimonios de la familia real estuviesen limitados a los miembros de la realeza y supeditados a los intereses de su reino, no solo a sus intereses personales o los de su casa.